Clase: Insecto
Familia: Cimicidae
Género: Cimex
Especie: Cimex lectularius
Clase: Insecto
Familia: Cimicidae
Género: Cimex
Especie: Cimex lectularius
RECONOCIMIENTO
Cimex lectularius, conocido como chinche o chinche de las camas, es un insecto hemíptero de la familia Cimicidae. Su alimentación se hematófaga, es decir que se nutre con sangre de los humanos y de otros animales de sangre caliente. Su nombre vulgar proviene del hábitat frecuentemente utilizado: colchones, sofás y otros muebles. Aunque no es estrictamente nocturno, su principal actividad la desarrolla por la noche.
Cimex lectularis es la especie de chinche que mejor se ha adaptado al entorno humano. Se encuentra en climas templados de todo el mundo y se alimenta de sangre. Existen otras especies como son Cimex hemipterus, que se encuentra en las regiones tropicales, que también infecta a pollos y murciélagos, y Leptocimex boueti, que se encuentra en los trópicos de África occidental y Sud-América, que infecta murciélagos y humanos. Cimex pilosellus y Cimex pipistrella infectan principalmente a murciélagos, mientras que Haematosiphon inodora, una especie de América del Norte, afecta preferentemente a pollos.
Los adultos de esta chinche son de color entre rojo y marrón, son aplastados, de forma oval, y sin alas, con unos pelos microscópicos que le dan una apariencia de tener franjas. Un error frecuente es creer que no se pueden ver a simple vista.
Los adultos miden de 4 a 5 mm de longitud y no se mueven lo suficientemente rápidos para escapar de la vista de un observador atento. Las ninfas son translúcidas, de color claro que van adquiriendo color oscuro según realizan las sucesivas mudas hasta alcanzar la madurez.
ALIMENTACIÓN
Las chinches de las camas están normalmente activas después de la puesta de sol, con un pico en su alimentación alrededor de una hora antes del amanecer. Sin embargo, pueden intentar su alimentación en otras horas si se da la oportunidad, y han sido observadas alimentándose en todas las horas del día. Consiguen su víctima desplazando o incluso algunas veces subiendo por las paredes de la habitación hasta el techo y dejándose caer sobre alguna persona cuando la detectan por el calor que desprendemos los humanos. Atraídos por el calor y el dióxido de carbono que exhalamos por la respiración, la chinche perfora la piel de su víctima con una especie de dos tubos huecos de su aparato bucal. Con uno de ellos extrae la sangre de su huésped y con el otro inyecta su saliva la cual contiene anticoagulantes y anestésicos. Después de alimentarse durante unos cinco minutos, la chinche vuelve a su escondite. La picadura no puede ser sentida por las personas hasta unos minutos o incluso horas después de haberse realizado. La primera indicación de una picadura es el deseo de rascarse, debido a la reacción que se produce a los agentes inyectados por el insecto.
Aunque estas chinches pueden vivir entre un año y año y medio sin alimentarse, normalmente intentan alimentarse cada cinco o diez días. Los individuos bien alimentados normalmente viven de seis a nueve meses. Las infestaciones por pocos individuos pueden ser difíciles de detectar, y es posible que la víctima no lo detecte al principio. Las picaduras suelen agruparse en líneas o grupos, pueden encontrarse en diversas partes del cuerpo de las personas.
CICLO BIOLÓGICO
Una chinche (Cimex lectularius) macho, inseminando de manera traumática a una hembra de su misma especie.
Todas las chinches de las camas se aparean por medio de un sistema llamado inseminación traumática. En vez de introducir sus genitales en el aparato genital de la hembra tal como es normal en la cópula, los machos perforan a las hembras con los sus genitales hipodérmicos y eyaculan dentro del cuerpo de la hembra.
De acuerdo a la National Pest Management Association, las hembras de estas chinches pueden poner hasta cinco huevos al día y unos 500 en toda su Vida los huevos son visibles a simple vista, miden aproximadamente 1 mm de longitud (aproximadamente como dos granos de sal) y son de color blanco lechoso. El huevo madura en una o dos semanas. La ninfa recién emergida empieza a alimentarse inmediatamente. Pasa por cinco estadios ninfales separados por mudas antes de alcanzar la madurez. Deben alimentarse al menos una vez en cada estadio.
A temperatura ambiente de una casa, tarda unas cinco semanas en desarrollarse completamente desde una ninfa recién emergida en adulta. Sólo es fértil en su época adulta.
PICADURAS
En la mayoría de los casos observados, el efecto de las picaduras consiste en un abultamiento de la piel rojizo, aunque también puede ser plano, normalmente acompañado de un intenso prurito. El enrojecimiento e hinchazón de la piel es el resultado de una reacción alérgica a los anestésicos contenidos en la saliva de la chinche, que es introducida en la sangre de la víctima. Las picaduras de la chinche de las camas pueden no ser distinguibles de las de los mosquitos, aunque las de las chinches suelen durar más tiempo hasta que desaparecen sus efectos. Las picaduras pueden no aparecer en el mismo momento y pueden tardar hasta nueve días en aparecer sus síntomas.
Las picaduras de las chinches de las camas no suelen tener en su centro un punto rojo como suele ocurrir en las de las pulgas. Una característica que sí es similar a las picaduras de las pulgas es que suelen aparecer alineadas. Este tipo de distribución puede ser causado porque el insecto haya sido molestado mientras se alimentaba y se sitúa a una corta distancia de donde estaba para seguir alimentándose. También puede deberse estas alineaciones en las sucesivas picaduras del insecto hasta que encuentra una vena.
Las personas reaccionan de diferentes formas a estas chinches, depende de muchos factores como puede ser el tipo de piel de la víctima, el ambiente y el tipo de chinche. En casos excepcionales se pueden producir reacciones alérgicas a las picaduras que producen náusea y malestar. En un gran número de casos, estimado en un 50% de todas las personas, no hay ningún tipo de síntoma visible de las picaduras, lo que dificulta la identificación y eliminación de esta plaga.
Normalmente, las personas responden a las picaduras de estas chinches con ansiedad, estrés e insomnio. Algunas personas también pueden desarrollar infecciones en la piel por rascarse las picaduras.
La mayoría de los pacientes las picaduras son tratadas con corticosteroides para intentar rebajar el prurito y el ardor no experimentan mejoras significativas en los síntomas. Los antihistamínicos reducen el prurito en algunos casos, pero no afectan a la apariencia y duración de las lesiones. La aplicación tópica de corticoesteroides tal como la hidrocortisona, parece reducir las lesiones producidas por las picaduras y disminuir el prurito.
Varios pacientes también ven disminuido el prurito y la inflamación con la aplicación de agua caliente en la zona de la picadura. El agua debe estar alrededor de los 50 ° C ya que si no está lo suficientemente caliente puede agravar los síntomas. Tampoco se ha de calentar en exceso el agua, ya que puede provocar quemaduras. También puede aplicarse el agua caliente con algún paño, incluso se puede calentar la zona con un secador de pelo. Hay desacuerdos sobre qué es lo que causa que los síntomas disminuyan con el calor. Algunas hipótesis dicen que el calor satura los nervios que transmiten el prurito y no transmiten la señal al cerebro; otros, que el calor degrada los productos químicos que causan la inflamación; y otros, que el calor desencadena una gran liberación de histamina, lo que hace que después se produzca un déficit de esta sustancia en la zona calentada.
DAÑOS Y PROBLEMÁTICA SANITARIA
Aparentemente, las chinches de las camas tienen todos los prerrequisitos necesarios para ser capaces de transmitir enfermedades de un huésped a otro, pero no se conocen casos confirmados donde estas chinches que hayan actuado como vectores. Se conocen al menos veintiún patógenos (aunque hay autores que los estiman en cuarenta y uno) que son capaces de vivir en el interior del cuerpo de Cimex lectularius o en su aparato bucal. Se han realizado muchas pruebas en laboratorios que han concluido en que estas chinches parecen no traspasar enfermedades de una persona a otra. Por tanto, las chinches de las camas son menos peligrosas que otros insectos comunes como las pulgas. Sin embargo, la transmisión de la enfermedad de Chagas o hepatitis B se puede producir si se dan las condiciones adecuadas.
C. lectularius
Las infestaciones por C. lectularius han aumentado recientemente en todo el mundo. En la primera mitad del siglo XX, estas chinches eran muy comunes.
Desde mediados de la década de 1990, los casos de infestaciones por chinches de las camas han aumentado. Gráficos de algún barrio londinense muestran que los casos de presencia de estas chinches se doblan cada año entre 1995 y 2001. Los incrementos de las infestaciones por estas chinches son difíciles de seguir ya que muchas veces no se identifican como un problema. La mayoría de los informes se obtienen de empresas de control de insectos, autoridades locales y cadenas de hoteles.
INFESTACIÓN
Hay varios medios por los que una vivienda puede resultar infestada con C. lectularius. Las personas pueden ser infestados en hoteles, moteles u otro tipo de alojamientos, y llevarlos a sus casas entre su equipaje. También pueden introducir chinches en sus viviendas llevando muebles o ropa usada infestadas en su casa. Si alguien se encuentra en un lugar con una elevada infestación, las chinches se le pueden subir a la ropa y ser transportadas en ella, aunque esto es un comportamiento extraño y que sólo se da en los casos más extremos de infestación. También pueden producirse infestaciones en bloques de viviendas, en el que se hayan introducido chinches en una vivienda que sirve de foco de infestación en el resto del edificio. Las chinches de las camas, también pueden ser transmitidas por medio de animales, incluyendo los pájaros silvestres y las mascotas
Esta propagación entre diferentes lugares depende en parte del nivel de infestación, del material utilizado y de si el material es arrastrado a través de áreas comunes y mientras las chinches se desprenden, con lo que se produce una especie de siembra de adultos y huevos por donde va pasando los objetos a trasladar.
El tamaño de las poblaciones en las infestaciones de chinches es variable, suele estar función del tiempo pasado desde la infestación inicial. Una sola hembra tiene un gran potencial de reproducción y su población aumentó de manera geométrica si tiene alimento y no se controla. Algunas veces las personas no se dan cuenta que han sido picados. Las chinches pueden estar en cualquier lugar de la casa, pero tienden a estar cerca de sus víctimas, de ahí el nombre de chinche de las camas.
LOCALIZACIÓN
Las chinches de las camas se desplazan con facilidad a través de tubos y juntas, y sus cuerpos son muy planos, lo que les permite esconderse en diminutas grietas. Durante el día tienden a estar apartadas de la luz, prefiriendo estar escondidas en lugares como colchones, en su interior o exterior, somieres, muebles cercanos, alfombras, zócalos, paredes interiores, agujeros diminutos en la madera etc. Las chinches pueden encontrarse solas, pero a menudo se agrupan. Las chinches de las camas son capaces de desplazarse más de 30 metros para alimentarse, pero suelen permanecer cerca del lugar donde duerme la víctima.
DETECCIÓN
C. lectularius es elusiva, rápida y nocturna, lo que hace difícil su detección. Aunque se puede contactar con una empresa especializada para determinar si una casa está infestada de chinches, existen métodos para que una persona pueda determinar por sí misma si tiene infestación en su casa.
La presencia de chinches de las camas puede ser confirmada por la identificación de insectos capturados o por la disposición de las picaduras en la piel. Aunque se pueden dar picaduras solitarias, a menudo éstos siguen una disposición lineal siguiendo las venas que transportan la sangre por debajo de la piel.
Los exudados fruto de las mudas así como los organismos vivos tienen un olor característico que en caso de infestaciones importantes pueden ocasionar un «olor de chinches» que las personas que han estado en contacto con plagas anteriores del insecto pueden reconocer. Por eso mismo existe también la posibilidad de adiestrar cánidos para la detección de las chinches.